Friday, March 10, 2006

¿Qué es la generación Peter Punk?

Hace poco llegué a un umbral muy temido, discursivamente hablando, en el ciclo vital humano: mis primeros y únicos treinta años. Esta edad supone dejar de ser joven[1], sin embargo hay muchos factores que me llevan a reflexionar sobre mi supuesta inserción en el mundo adulto y el dejar atrás la época dorada de la juventud. Existen diferentes agentes que propongo como especulaciones sobre “el otro modo” en el que se puede transitar por esta edad.

Esta generación que ubica sus primeros recuerdos en común y quizá mas impactantes en el México ochentero, me refiero aquellos niños nacidos en los setenta. Especulo sobre los posibles factores que parecen unir y dar forma a un sentimiento generacional. Son estos niños los primeros que tuvieron encuentros cercanos con artefactos tecnológicos como el atari, el control remoto, la betamax, el compact disc o el walkman y que suponen una nueva forma de vincularse a la realidad a partir de éstos. Quizá algunos tachados de hiperactivos que mientras hacían la tarea, escuchaban música y veían la televisión.

¿Por qué Peter Punk?
Peter Pan era un eterno niño que vivía en el País de Nunca Jamás en donde los malandrines y enemigos eran adultos como el Capitán Garfio. El síndrome de Peter Pan “lo padecen las personas que aun en la edad adulta continúan pensando, sintiendo y comportándose de manera irracional, infantil e inmadura”.
[2] El individuo no desea crecer para postergar el divino tesoro de la juventud para no asumir responsabilidades y compromisos propios de un adulto. El nombre del síndrome se debe a las características de personalidad del protagonista de la obra escrita por James Matews Barrie en el año 1904.
Por otro lado el Punk rock surgió en Inglaterra en la segunda mitad de los años setenta, siendo una manifestación juvenil visible frente a la incomodidad e inconformidad del sistema socioeconómico predominante. El punk es una manifestación estética agresiva de la desesperación y la decadencia cultural que representa al nihilismo, al sexismo, la glorificación de la violencia y del imaginario fascista, el sadomasoquismo y que ignora a las autoridades.
[3]

A partir de la conjunción de estos dos conceptos se puede comenzar a inducir que un integrante de la generación Peter Punk es aquel que como característica principal observa rasgos infantiles y a la vez anárquicos. No es precisamente que el joven Peter Punk desee quedarse instalado en la juventud sino que su apariencia física parece retar al tiempo, pues la gran mayoría de ellos lucen mucho más jóvenes de la edad que aparentan. Esto sólo representa un reflejo del momento histórico en el que viven así como las condiciones de desarrollo tecnológico que facultan y refuerzan esta condición.

A partir de la década de los ochenta, momento en donde se sitúan depositados sus recuerdos infantiles, el culto al cuerpo y su modelación comenzó a tener un auge que impactó países como el nuestro. El anhelo de esta sociedad por conseguir el secreto de la eterna juventud llevó al desarrollo de diferentes tecnologías que refuerzan esta idea. El culto a la idealización de lo juvenil fue concretándose en diferentes prácticas como en el terreno de la moda, de las cirugías, de la calidad de vida, productos light, etc. Es un lugar común para los integrantes de la Generación Peter Punk escuchar exclamaciones de sorpresa cuando revelan su edad, pues quizá sea el uso de determinadas prendas lo que les permite verse más jóvenes, quizá en las chicas el poco uso que hacen del maquillaje. Su estética constituye un pastiche en el que se mezclan la nostalgia y fragmentos de elementos contraculturales del pasado, igual pueden tomar elementos de la subcultura dark que de la resaca de la moda de los setenta. Sus actitudes refuerzan la idea de una persona de menor edad.

Pero, ¿cuáles son los compromisos que debe asumir un adulto?
El rango de edad que comprende lo juvenil se ha ido postergando. En épocas pasadas nuestros padres a la edad de 28 años ya se habían casado, tenían dos hijos y un trabajo estable en el que se asegurarían una economía y una futura pensión al retiro de la vida laboral. El país de Nunca Jamás no sería el lugar donde se preserve la eterna juventud, sería nuestro propio país, esta realidad socioeconómica en la que vivimos. La dificultad por encontrar trabajo después de egresar de una licenciatura conlleva a tener que seguir dependiendo de una calidad de vida sustentada por los padres. El trabajo de 8 horas en un lugar encerrado no sería la opción y tampoco habría el interés de echar raíces en una empresa pues hoy en día son pocas las expectativas de progreso y crecimiento profesional. En Nunca Jamás se procura que los jóvenes no crezcan para ser productivos sino que se ven en un círculo vicioso de consumo y nulos ingresos, donde el autosustento parece difícil de lograr y la proyección profesional es casi imposible.
Las fuentes de trabajo pareen tener coherencia con el proyecto personal escogiendo aquellos trabajos que le remuneren económicamente y que permitan disponer del tiempo suficiente para sus propios proyectos personales. Muchas veces renunciando a los privilegios que supone ser burócrata, cobrando por honorarios, pagando impuestos. Profesiones como free lance, docencia, organizaciones no gubernamentales, empresas propias que están versadas a intereses personales como lúdicos conforman el espectro de desarrollo profesional por el que se inclinan.

El país de Nunca Jamás es su lugar. Desde pequeños han vivido con la amenaza apocalíptica y de decadencia: la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia con su bomba atómica, el terremoto del 85, el fin del mundo pronosticada hacia el 2000, crisis económicas, la pobreza… Lo que ha fecundado un ánimo hacia el humor negro. La propia desgracia casi da risa y aún así conservan un ánimo optimista, tristes pero no llorando. Consideran que decir la verdad es un acto revolucionario, que a pesar de saber lo impractico de su inocencia se resisten a volverse jóvenes gandallas, teniendo como mejor arma el sentido común. La decadencia significará “la antesala del fin, el principio de otra estancia”.
[4]

Ha contraído compromisos en el terreno sentimental a través de la unión libre, generando nuevos esquemas frente a la situación de géneros. Ambos trabajan, ambos cocinan, ambos atienden las labores domésticas y asumen responsabilidades económicas. Explorando la masculinidad y feminidad contenida en el ser humano. El ejercicio de la sexualidad experimentado como parte importante de autoconocimiento, muchas veces cuestionándose por el imperativo de la paternidad para concentrarse diferentes inversiones y planes como viajar, el desarrollo profesional, individual y de pareja.

Preservar rasgos infantiles no se vincula a un capricho, sino a la selección por preservar la espontaneidad tales rasgos se manifiestan a través de de sus gustos, prácticas y aficiones pues muchos de ellos coleccionan juguetes, cómix, caricaturas, aspectos fantasiosos, de ficción, la sobreinformación, la vestimenta cómoda, las fusiones musicales, la violencia simbólica, el humor negro. El sentido con el que se entiende Punk esta versado hacia la cualidad de aquel que cuestiona los esquemas establecidos y eligen por el propio diseño de su realidad presente con miras hacia el futuro. Pasan de la polaridad ácida e hipercrítica a la inocente y optimista.

En donde la Generación Peter Punk encontraría su primera diferencia respecto de lo generación que la antecedió, la generación X, es en su vivencia acerca del paso del tiempo, sin pretender una actitud de una eterna adolescencia.
[5] Mas bien de disfrutar su momento presente con espontaneidad y criticismo.

Características de conformación.
Los recuerdos son parte importante de la conformación de una generación. Los referentes situados en la infancia aluden a la extensión del presente. Los medios de comunicación tienen una gran importancia sobretodo la tv. Aún recuerdan y reproducen referentes de ésta: Chabelo el niño que nunca creció; los niños de chiquilladas que jugaban a ser adultos chiquitos; burbujas, botargas de animales lidereados por un científico ruso que enseñaban que con la fe y la ciencia todo se puede lograr, que se podía viajar por el espacio con un plato y unos popotes; las telenovelas animadas como Candy Candy o Remi; un prototipo femenino en Gina Montes… configuración inocente que cae a veces en lo perverso y en lo kitsch.

Los murmullos Peter Punk.
En el 2004 se realizaron una serie de preguntas para encontrar comunes denominadores del sentimiento generacional. Fueron aplicadas a un pequeño grupo que nació en la segunda mitad de la década de los setenta. Cuando se les pidió que describieran su generación esto fue lo que respondieron
[6]:


“Mi generación es la “N” y somos chicos con versatilidad para entender los cambios en el mundo, bastante tolerantes, autosuficientes y optimistas, acostumbrados a la incertidumbre económica, liberales y sin prejuicios.” (Denise, 1979).
“Es una generación desfasada, atrapada en los 80, 70 y 90s, buscando una identidad dentro de esas generaciones, con muy poco compromiso social, demasiado conformista y digamos que y un poco apática, transformando todos los códigos de pasadas generaciones en algo kitsch, casi totalmente dependientes de la tecnología” (Pancho, 1975).

“…pues mira yo creo que todos estamos bien loquitos, unos tomaron la ruta del visceral, otros el idealismo pero todos estamos bien concientes del cambio social y mundial que decidimos respetarnos y hacer lo que se nos hinche la gana, incluyendo cambiar de opinión” (Marcela,1978).

“Crítica, consumista, sobresaturada de información, snob, preocupada por el look, individualista, multi task, hedonista... entre otras cosas que no recuerdo” (Beatriz, 1977).

“Un conjunto de melancólicos que siguen buscando la mejor forma de enfrentar ‘el lado obscuro’ de la realidad y el ‘éxito’” (Anamary, 1974).

“Transición entre viejos y nuevos esquemas, lo que genera luchas, frustraciones, triunfos y nuevas formas de vida” (Mariana, 1975).

Este esbozo aún tiene muchas líneas por definir. Este es apenas un acercamiento a una generación que seguramente cambiará algunos esquemas establecidos por el discurso hegemónico. Y que forman parte del entramado social que avanza sin detenerse conformándose a partir del contexto pasado que repercute y configura el presente. Los nuevos adultos que incidirán en el rumbo y avance que tome el país.


*Claudia Castelán es el personaje detrás de Chispillatronik, es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Puebla. Tiene una Mención Honorífica por el Primer Concurso de Tesis sobre Juventud, organizado por el IMJUVE en el 2004 con la tesis “Juventud: divino tesoro”, estudio sobre la contracultura y subculturas más representativas en la segunda mitad del siglo XX. Actualmente se desarrolla como docente y publica “De vuelos de mosca”, columna en el diario Milenio de Veracruz. Forma parte de Toys4adults, colectivo dedicado a la difusión de proyectos expresivos juveniles.
[1] Diferentes instituciones indican que el rango de edad en el que se establece el concepto juventud va desde los 15 hasta los 29 años de edad. La O.N.U., por ejemplo, designa este rango desde los 15 hasta los 24 años de edad. Pierre Bourdieu en “Sociología y cultura”, Grijalbo, México, 1990, destacó que no se debe tomar en cuenta solo el rasgo biológico que resulta un dato manipulable sino que se debe poner atención en las diferentes juventudes ricas en rasgos polisémicos.
[2] Ana Luisa Gastón “Síndrome de Peter Pan”. http://www.iacworld.org/Spanish/Resources/Articles/PeterPan.asp
[3] Oriol, Pérez y Tropea. “Tribus urbanas. El ansia de identidad juvenil: entre el culto a la imagen y la autoafirmación a través de la violencia”. Paidós, España, 1996.
[4] Deni, entrevista, 2004. Dentro de las preguntas que configuran a la Generación Peter Punk.
[5] En la revista española “Ajo Blanco”, No.118, Mayo, 1999, esta dedicada al adiós de la Generación X en donde el mismo Coupland habla de su creación como una época que se acaba y que cierra un ciclo. Ray Loriga, famoso escritor español, también se baja del barco de la Generación X: “estoy harto de esa cultura adolescente de la que yo he sido uno de sus promotores. Es un invento que acaba siendo tu cárcel”.
[6] Entrevistas realizadas en 2004 por Claudia A. Castelán G., a diferentes jóvenes nacidos entre 1973 y 1979 en la ciudad de Puebla. Las entrevistas perseguían esbozar el sentimiento en común de una generación.

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